lunes, 30 de abril de 2012

Eunate, conclusiones arquitectónicas -3- (Arquería del Claustro)-

Ni siquiera la parte románica de la arcada perimetral de Santa María de Eunate es fidedigna en el orden en que se encuentran los capiteles hoy día, sino que obedece a una recolocación arbitraria realizada en 1651. Así que hasta es posible que la traza perimetral de esta arquería -que es octógono muy irregular- no sea tampoco la original, al igual, por tanto, que la traza del muro exterior.



Para este artículo me he basado fundamentalmente en el ensayo de José María Jimeno Jurío: Eunate. Ruina y reconstrucción del claustro (siglos XVI-XVII).


En 1520, según Jesús Etayo, un documento atestigua ya la existencia de las arcadas, así como la existencia de tumbas (de las que ya me he ocupado en otros posts):  "Item que al derredor de la dicha yglesia de la parte de fuera ay un claustro muy hermoso e solempne labrado de muchas grandes y hermosas piedras en el quai ay muchos arquos y en las piedras estan esculpidas el crucifixo de Jhu Xpo y otras muchas ymagenes y al pie de los arquos entre arquo y arquo ay muchos enterrorios carnarios y sepulturas y en ellas haun oy en dia parescen claramente muchos huessos de los que en ellos fueron enterrados y ay algunas grandes piedras que cubre las dichas sepulturas".

A partir de  la segunda mitad del siglo XVI parece que se fue deteriorando el claustro ante la carencia de recursos por parte de la Cofradía ya que los arrendatarios eran morosos y la inquina de los parroquianos de Muruzábal que sembraron cizaña contra la Cofradía de Santa María de Eunate que invertía sus ingresos mayoritariamente en retejar la techumbre y el pavimento del templo.


En marzo y junio de 1604 la situación quedó reflejada en documentos de la Cofradía y de canteros a los que habían solicitado su dictamen acerca de ello. En marzo: "A la basilica de Nuestra Señora de Hunate también se le an caydo unos pilares y arcos de piedra del claustro, y faltan muchas losas de sepulturas, y estan caydas algunas paredes del cimiterio".  En junio: "Tambien se le an caydo unos pillares de los arcos y portda de la calustra, y los arcos estan para caerse, y faltan muchas losas de sepulturas, y estan caydas algunas paredes del çimiterio".


El día de San Antonio de Padua de 1646 el vicario general y visitador del obispado autorizó la reconstrucción del claustro y en 1651 ya se había realizado el acopio de materiales. A finales de febrero de 1652 se anunció la subasta de la obra en las puertas de la Cancillería del Reino y de la parroquia de Santiago en Puente la Reina y entre las claúsulas estaba que la obra tenía que estar acabada el 15 de agosto (día de la Asunción de María). Y el adjudicatario fue Juan de Galbán, maestro cantero vecino de Escároz y residente en Viguria. El contrato se formalizó el 16 de marzo y en el apartado primero se determinaba que la obra tendría que hacerla según la traza que le diere la Cofradía, la cual le proporcionaba todo el material de piedra, cal y arena al pie de obra.

Galbán colocó "diez y siete arcos y doce pilares pequeños quadrados y cinco grandes que llaman angulos". También se repararon "arcos y pilares viejos en la pared  de la iglesia, por dentro y fuera" y se retejó y se utilizaron veintidos "maderos docenes para hacer las cimbrias y tomar sobre llas los arcos".  Ahora bien, Galbán no concluyó la claustrada -quizas por falta de piedra suficiente- y dejó sin colocar cuatro arcos (los que hay frente al ábside), labor que efectuó en cantero y escultor Martín de Miura y Ezponda que lo terminó en el otoño de 1661. Además se colocaron 600 tejas sobre los arcos del claustro.

Así pues, tenemos que Galbán recogió la "piedra vieja labrada" de los arcos caídos y la asentó en los tres flancos occidentales, el resto fue construcción nueva sin nada románico. "En la colocación de capiteles no fue tenida en cuenta una ordenación iconográfica; mezclaron temas vegetales, historiados, antropomorfos y zoomorfos, e incluso piezas bien conservadas con otras deterioradas. Sobre los ábacos románicos volvieron a apoyar los arcos".

Ya Elie Lambert, en 1925, apercibió a los estudiosos de Eunate acerca de la reutilización-recolocación de estos tres laterales románicos del claustro, en su artículo El pórtico octogonal de la iglesia de Eunate, como puede leerse en Soriaymas. He aquí los dos párrafos correspondientes a lo que estamos tratando:



" Examinando con atención los tres tramos antiguos, se puede comprobar en seguida que en ellos hay que distinguir dos partes, una de las cuales es, relativamente, más reciente que la otra. Dos de ellos tienen, ciertamente, capiteles y ábacos románicos, muy bellos por su decoración y semejantes a los de los claustros navarros del siglo XII; pero, en el tercero, los capiteles y los ábacos son de un estilo mucho más avanzado y no pueden ser sino de fines del siglo XIII o casi del XIV: la decoración no está ya formada de motivos estilizados o de entrelazos, de animales o escenas de personajes, sino de follajes muy bien recortados y fielmente imitados de la naturaleza; por ejemplo, de hojas de encina o de hiedra, como en la puerta grande de la Oliva, que es románica en apariencia solamente. Entre los capiteles y los ábacos de las tres series de arcadas de Eunate, hay la misma diferencia que entre los de la cabecera y brazo oeste de la nave, en la colegiata de Tudela, que fueron ejecutados, como es sabido, a intervalos bastante largos. Por consiguiente, ni siquiera tres de los ocho tramos pueden ser considerados contemporáneos de la iglesia, sino solamente dos.

Y es más; si se mira de cerca, en el interior, el pilar de ángulo que separa la arcada que tiene capiteles del siglo XIV y la contigua, cuyos capiteles son del XII, se comprueba fácilmente que los capiteles y los ábacos de las columnitas adosadas, han sido retocados con el fin de que puedan ajustarse a un enlace angular, para el que no estaban hechos en un principio. Y se impone la misma comprobación cuando se examina el pilar que separa las dos alas donde las columnitas tienen capiteles románicos; allí tampoco queda lugar a dudas, al ver como están tallados los ábacos y colocadas las piedras. Solamente los capiteles y los ábacos son antiguos: los arcos, los fustes y las basas son posteriores. Los tres tramos, que hasta ahora han sido considerados como enteramente contemporáneos de la iglesia, en realidad no recibieron su disposición actual, sino en una época muy posterior".


Enlaces a ensayos sobre Eunate publicados en Soriaymas y sus blogs:



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